sábado, 24 de noviembre de 2012

nunca nadie


desisto
nunca volveré a ser la misma
aun teniendote de nuevo
nunca nada, nunca nadie
¿conoces esa canción verdad? si…yo te la enseñé
decía,
decía que no me volveré a encontrar
tan ciega de amor y tan perdida en tu cuerpo
y tan llena de orgullo
y de voz en grito
seguro que mi cuello ya no se atreverá a alzarse tanto
como cuando iba cogida de tu mano
y jugaba a desafiar a cualquier mujer dándote un beso
-como diciendo
sí, 
es mío, soy suya, 
envidiadme-
ni mi cuerpo volverá a desprender esa gracia
en cada saltito de vuelta a casa
en un día de invierno contigo,
tampoco el vino ni las canciones en italiano me volverán a saber igual
(porque no puedo comparar a Tiziano
con tu acento improvisado para mi 
en aquellos conciertos privados de tu habitación),
mi columna vertebral nunca 
volverá a estremecerse como cuando tu me cogías de repente
y sin previo aviso,
ni tampoco nadie sabrá rozarme 
con toda y cada una de las partes de su cuerpo
como cuando...
ya sabes que los sábados desde entonces tienen un sabor a domingo que me asfixia
y lo peor es que no estas tu para desafiarme,
ni tu desesperación
ni tu malestar,
ni tus quejas ni tu descontento con el mundo,
ni siquiera están tus ojos vacíos para desencajarme,
para hacerme sentir culpable,
no estás cielo, y eso si que no te lo perdono...
porque te voy a decir una cosa 
(como diría tu ´yo´ en versión `vamos a salvar esto de una jodida vez´)
te voy a confesar mi mayor secreto
nunca nadie, repito
te tuvo tan desnudo como yo te tuve
con mil capas de ropa por el frio
calentándonos el alma
tirando tú solo las armas al suelo
haciéndote indefenso ante mi…
y ¿sabes qué es aún mas secreto?
que mi táctica era el silencio
descubrí que era la mejor forma para hacerlo
para que te desnudaras, digo
en cada palabra, en cada gesto
arropados única y exclusivamente por el amor
y la confianza
esa que nos hizo
y también esa que añadiendose un des- acabó con nosotros 

sábado, 17 de noviembre de 2012

la última

queda una posibilidad
una entre mil, todo hay que decirlo
de que solucionemos esto
aunque, en verdad, creo que ya no se trata de arreglar
sino de comprar un nuevo voleto
una nueva oportunidad
y fumárnosla
mojarla en un vaso de Jack Daniel´s
-ya se que no te gusta…a mi tampoco tranquilo
pero tengo entendido que es fuerte
algo duro, 
tan duro como queremos hacer lo nuestro-
y atragantarnos, y escupirlo todo
no solo el whisky y el humo
sino todo el alcohol que le echamos a las heridas
todas las masacres que nosotros mismos formamos
y como no, todas las noches que nos faltaron
echarlo todo fuera
y gritarnos de una vez lo mucho que nos quisimos 
y las malditas ganas de odiarnos que nos consumen
llorar todos los celos, las mentiras y las traiciones
y rociar hasta el último mal recuerdo de gasolina
tirar la ultima cerilla
y mientras vemos como todo arde…reír 
como si nos hubiéramos vuelto locos
-nadie dijo que no lo fuésemos-
y bebernos
uno al otro
contra la pared
como si los dos desconocidos se hubiesen acordado 
de un principio en un portal
de un beso mal dado
de una historia por empezar

viernes, 9 de noviembre de 2012

perdimos...NOS perdimos

`encontrarte y decirte: no habrá mas reproches´
llevo con esta frase en la cabeza desde hace mucho
ya ni me acuerdo
quizá desde aquel concierto en el que intentaste recuperarme
o en la vez que te desesperaste porque no te deje besarme
o desde que me prometiste que no querías seguir hablando conmigo
puede que desde que vacilaste con lo de intentar borrarme de tu vida
o puede que desde el día en que yo me tire el mismo farol
de todas formas, eso no importa
solo importa el hecho de que no hubo tal frase
de que ninguno de los dos se quiso adelantar al desastre
que esperamos sentaditos, uno frente al otro
enfadándonos como si fuésemos a arreglar algo luego
intentando evitar pensar en lo que no queríamos pensar
tu negándote a decirme qué pasaba
yo discutiendo por `querer saberlo´
y cruzando los dedos en la espalda para que me dijeras que no,
que no pasaba nada
y quedarme a gusto con eso, 
como quien se cubre la cabeza cuando le están pegando una paliza,
yo me tapaba los ojos para que no me destrozases por dentro
y así ya estaba todo solucionado
volvía a empezar el juego una mañana mas
el día se frotaba las manos buscando un vencedor a nuestra batalla particular
rivales que deseaban acabar la noche entre las mismas sábanas
nos ponía el odio
y sé que lo negarás aun ahora que ya no tienes nada que perder
porque ya (me) has perdido
que nos hemos perdido, amor


sábado, 3 de noviembre de 2012

ojalá tú


quiero verte
un mes, con sus 31 días sin olerte
sin oír tu risa
y tus suspiros
sin reírme por dentro mientras tu intentas que te bese
sin morirme de miedo,
y de nervios,
y de amor
recorriendo las últimas calles para llegar a tu casa respirando entrecortadamente
como con ansia, con ganas
ya sabes...

llegar a tu casa…
siempre siguiendo un patrón 
era como un rito, el que me llevaba a ti
y me encantaba
siempre las mismas calles me veían correr
correr y parar
y suspirar y reír 
mirar la blackberry nerviosa 
y tropezar 
y mirarme en el espejo de ese portal
(no sin antes vigilar que tu no estuvieses ya en la puerta esperando)
pero no,
nunca estabas
siempre esperabas a que yo te dijera que ya  estaba justo allí 
me conocías, y me conoces
mi impuntualidad la sabes bien
pero he de decir que en los últimos meses
los peores
en los que todas las noches me dormía perdiéndote 
llegaba puntual a tu casa
como si así hiciese que las cartas se posicionasen a mi favor
ingenua?
mucho, y contigo he vencido las expectativas
vivía y lo peor es que vivo 
de ilusión
de que un día te levantes y  mires esa pared
cojas el móvil
y no veas ningún mensaje mío de buenos días
y que temas 
que temas que no vuelvan a ser buenos días si yo no estoy ahí para decírtelo
y que te mueras por besarme
que tengas miedo a un enero sin mi
y que me eches de menos como nunca
como siempre
que en un segundo de odio a todo... me quieras
como si no hubiese mañana
como si te ahogara la incomodidad de vivir sin mis enredos
como si el hueco de tu clavícula pidiese a gritos mi presencia
como si todo te recordase a mi 
y sin ninguna razón necesitases escuchar mi nombre en alguna voz conocida
y saber de mi…de como sigue la curva de mi cintura y cuanto me ha crecido el pelo
encontrarte conmigo y decirme
`no te muerdas los labios pequeña, que para eso ya estoy yo´
y que me buscases
con la mirada perdida porque no estoy yo para cogerte fuerte del brazo y guiarte
que subieses allí arriba y rezases con todas tus fuerzas para encontrarme allí sentada
y que te mirase y sonriese
como si nada hubiese pasado
como si llevase allí sentada esperándote desde un día de febrero
y hubiesen pasado a penas horas
y refunfuñase
`ya te vale idiota, has tardado mucho, y tengo frio´
OJALA digo
y esa palabra juro decirla solo cuando de verdad (te) deseo
ojalá este ahora sentadita allí arriba
con las piernas colgando
mirando el oleaje a mis pies
esperándote con la seguridad de que llegarás
tarde o temprano
pero llegarás
y todo esto sea un mal sueño, simplemente la agonía musa de todo escritor y de mi

sábado, 20 de octubre de 2012

Ni siquiera tú sabes de lo que soy capaz. Tú, que tanto me conocías, que creíste inventarme y te sentías capaz de darme (y quitarme) la vida, y la ropa, y la saliva, y hasta el alma a tu parecer. Permíteme la incoherencia de hacer algo sin contar contigo, pero en realidad escribo a tu lado, para y por ti. Y es que el fin es desgarrarme (y agarrarme) en todos los versos, y en la luz que entraba por la ventana de tu cuarto y dibujaba la curva de mi espalda, como tu me contabas...pero eso ya lo describiré luego.
Voy a contar lo nuestro sin ti,
fue nuestro invierno
y yo te haré recordar